¿Qué es la procrastinación y por qué arruina nuestros proyectos?

Comienzas tu día con el principal objetivo de realizar ese informe que te solicitaron y te sentaste a redactarlo pero recibiste una notificación, la revisaste y luego te quedaste viendo un video de 10 minutos, recordaste que aún no bebías café, aprovechaste a lavar los platos, atendiste a las mascotas, viste el momento oportuno para sacar la basura, charlaste un rato con tu vecina y al volver no sabes cómo pasó, pero ya es hora del almuerzo y otra vez estás atrasado en la entrega de tu trabajo. Más o menos así va la procrastinación.

Muy importante: Muchos conocedores del tema lo relacionan directamente con la pérdida de tu ambición, cese en las ganas de alcanzar el éxito y desistir de los aspectos importantes de la vida laboral.

Desde su etimología podemos decir que procrastinar es básicamente “dejar para mañana”. Para los investigadores de la Universidad Carleton en Ottawa Canadá, esta puede entenderse como “la primacía de la reparación del estado de ánimo a corto plazo (…) por encima del objetivo de las acciones planeadas a un plazo más largo”. En otras palabras, es preocuparnos por nuestros pensamientos o sentimientos más urgentes que ubicamos en un plazo más cercano que la actividad que tenemos encomendada y necesitamos hacer.

Para tener un panorama más objetivo de porqué “dejamos para más tarde” si tenemos plena conciencia de lo que debemos hacer: hay que considerar que no alcanzamos a cumplirlas en el tiempo que estipulamos no esencialmente por desobligados o irresponsables, realmente responde a una situación un tanto más seria de los que muy pocos hablan y es que nos cuesta lidiar con nuestras emociones y no llegamos a gestionar muy bien lo que esa tarea nos hace sentir realmente. Puede ser porque no nos parece una actividad placentera, es extenuante, aburrida o simplemente es algo que no nos gusta hacer.

¿Qué hacer para vencerla?

Para alcanzar un ritmo de vida mucho más eficiente y productivo puedes iniciar con estos cinco pasos, pequeños pero transformadores:

  1. A toda costa evita distracciones. Asegúrate que solo seas tú y esa responsabilidad, afróntalo y cúmplelo a cabalidad. Simplemente piensa que lo haces por ti y por nada más que eso.
  2. Usa un espacio cómodo para realizar la actividad que no dejas de procrastinar.
  3. Crea un plan de trabajo. Haz una distribución eficiente de tu tiempo y apégate a ella. Recuerda dejar espacios para relajarte, tomar aire o simplemente descansar.
  4. Crea pros y contras. Piensa, ¿qué pasará si no logro realizarlo a tiempo?, ¿qué consecuencias traerá para mi vida educativa o laboral?
  5. Considera que el éxito inicia desde las pequeñas acciones. Concreta una cosa a la vez. No veas el tamaño de tu responsabilidad, tómalas como actividades pequeñas que en conjunto forman todo lo que eres.

Ojo: algo que nunca, pero nunca debes procrastinar es la limpieza y cuidado de tus zapatos. Usando Gold Diamond (https://www.quimicashandal.com/gold-diamond/) se puede volver una de tus actividades favoritas y podrás disfrutar de los excelentes resultados.