¿A quién no le ha pasado que por diversas circunstancias ha tenido que comprar zapatos de improvisto para usarlos el mismo día? ¡Qué gran riesgo para que eso sea una mala experiencia!
Es casi una concepción unificada que más de alguna vez llegamos a pensar que la compra de los zapatos no significa otra cosa que pasar a la tienda por tus favoritos, pedir la talla de siempre y usarlos en el outfit que ya tenías ideado y listo. Pero no hay idea más equivocada sobre los zapatos nuevos que esta. Comprar y usar zapatos por primera vez implica una experiencia mucho más grande y detallada de que depende en buena parte la salud y el bienestar de los pies.
Consideraciones antes de comprar el calzado
Aunque te gusten y creas que sean de tu talla es importantísimo medirte ambos y dar una pequeña caminata por el lugar. Esto te ayudará a determinar si hay costuras y bordes del calzado que te molestan o incomodan, además a saber si realmente es la talla que necesitas para ese estilo de calzado, ya que, sea por el material, el tipo de uniones o por la forma las tallas suelen variar.
Así mismo, elegir la talla correcta puede ser un riesgo porque algunas veces tenemos la idea de que al comprar más pequeño el calzado puede extenderse y después de un par de usos llegue a tallar mejor, pero te estarías arriesgando a que esto no pase y tengas que calzar un par que te queda muy apretado y sea dañino para la anatomía del pie.
Cuando decidas ir a comprarlos, llévate un par de calcetines que usualmente te pondrías con ese par. Así definirás detalles de comodidad y ajuste al elegirlos.
Consideraciones después de comprarlos:
Luego de comprar un par de zapatos claro que puedes usarlos en el instante si eso es lo que deseas, pero ojo con las lesiones. Recuerda que la mayoría de zapatos están fabricados de materiales rígidos justamente para garantizar su larga vida útil, pero al contacto con la piel puede llegar a causar molestias, rozaduras o lesiones que te impidan caminar adecuadamente. Por esta razón es mejor que los uses algunas veces antes a manera de entrenamiento durante haces actividades cotidianas en la casas. Esto te ayudará a detectar las zonas que te incomodan, como los roces y permitirán que los calces mejor.
Por otra parte, si el calzado es de cuero, ayudará a que el material se vaya acoplando a la forma del pie, así gozarás de mayor confort y por supuesto, como parte esencial de preparar el calzado antes de su uso, no debe faltar una buena betuneada con Gold Diamond. Recuerda que hidratar el cuero no solo ayuda a protegerlo y darle brillo prolongado, sino que también ayuda a que se suavice y dejarlo listo para el contacto con la piel.