¿Recuerdas qué fue lo primero que hiciste al despertar esta mañana?
Existen probabilidades muy altas que en lo primero que pensaste es en tomar tu teléfono para revisar las notificaciones o mensajes que pudiste recibir mientras descansabas y es algo que parece tan normal que está siendo totalmente generalizado por millones de personas.
En los últimos años las redes sociales han ganado gran campo en el mundo del entretenimiento que para una persona normal parece imposible pasar un día sin tener acceso a las redes sociales. Se han vuelto parte fundamental de las rutinas ya sea para mantenernos al tanto de las noticias, entretenernos o compartir momentos agradables con los amigos de las redes. ¿Te vas sintiendo un poco identificado con el caso?
Los expertos en los temas de tecnología y comunicaciones han apuntado que en el segundo trimestre del 2021 se logró registrar al menos 293 millones de usuarios activos diariamente en la plataforma de Snapchat y se espera que para los años próximos haya un registro de alrededor de 127,2 millones de usuarios de Instagram únicamente en los Estados Unidos. Esto sin mencionar claramente los exponenciales números de los usuarios activos y registrados que ha alcanzado TikTok en los últimos meses.
Un gran aporte al tema de la gratificación instantánea es brindado por los psicólogos expertos desde su página web psiquiatría.com:
Las redes sociales en realidad ” reconectan ” nuestro cerebro de tal manera que esperamos una gratificación instantánea. En otras palabras, cuando recibimos una notificación, mensaje, me gusta o compartimos, esperamos placer/recompensa rápido y a corto plazo porque el cerebro producirá un “golpe de dopamina”.
Podemos pasar horas y horas enteras frente a un dispositivo porque el contenido ofrecido en las plataformas de entretenimiento más populares están adaptadas para mostrarnos lo que queremos ver en pocos segundos y sin tener que hacer un esfuerzo mínimo para lograrlo. Todo está dado y expuesto únicamente para nuestro consumo, ya sea que nos guste o no.
El problema con la gratificación instantánea va más de permanecer inmersos en este tipo de contenidos, sino que se mantiene asociada con problemas psicológicos como la depresión, ansiedad e hiperactividad principalmente en adolescentes y niños. La presión social de alcanzar estándares perfectos como lo son expuestos en las redes sociales tiende a distorsionar la percepción personal de las personas y a querer imitar modelos de comportamiento que podrían no ser sanos o posibles.
Por otra parte, existe también la necesidad de estar conectado 24/7 a las redes sociales por la permanente sensación de “perderse algo” del contenido. Esta es una de las principales razones por las que se le pierde interés a otro tipo de actividades recreativas o deportivas o que simplemente estas no se puedan vivir con la misma intensidad por la dependencia a los dispositivos inteligentes.
En este sentido también es importante resaltar que las plataformas también tiene su lado educativo que resulta muy provechoso para alimentar estilos de vidas saludables, sirven como un buen canal de comunicación inmediata y es educativo si eso es lo que se pretende producir y consumir.
Por eso, ahora que ya saber por qué no puedes parar de ver videos por largas horas, probablemente sea por la gratificación inmediata que estás experimentando. Toma control de los tiempos que pasas frente a las pantallas y dedica algunos minutos de tu día para mejorar tu condición física y mental saliendo a disfrutar de paseos, caminatas y rutinas de ejercicio; claro sin nunca olvidar tu Rayo favorito.